Tiempo de Ocio Ceuta

  • Diario Digital | domingo, 28 de abril de 2024
  • Actualizado 00:00

A todas las Yolandas

A todas las Yolandas

NO me gustan las estadísticas, pero reconozco que te dan una muestra de cómo están las cosas. En lo que llevamos de año ha habido en España más de 400.000 casos de violencia de género, la mayoría avaladas por la oportuna denuncia policial o por el procedimiento judicial correspondiente. 

Hemos salido a la calle cada vez que se ha producido una muerte. Hemos pedido al gobierno que regule contra esta lacra, a la justicia que actúe con rigor, a las fuerzas de seguridad rapidez en su ejecución y todos han cumplido en la parte que les tocaba; se ha legislado en consecuencia, la justicia ha actuado con contundencia y las penas se han endurecido. 

Se han impuesto medidas de alejamiento extraordinarias e incluso coactivas. Pero aun así y aunque parezca una barbaridad ha vuelto a pasar. Esta vez le ha pasado a Yolanda. 

Otra vez hemos gritado nuestra impotencia en la calle y hemos repetido nuestras muestras de dolor y asco ante lo que le ha pasado. Hemos vuelto a proclamar que no se debe repetir y que se debe hacer todo lo posible ante un problema que tiene más de lacra social que de cuestión legislativa o punitiva. Incluso hemos responsabilizado a la Administración por culpa in vigilando. Al conocer noticias como esta, exigimos que se le aplique todo el peso de la Ley a quien ha cometido tal fechoría. Bien. Pero tarde. 

Parece una postura tremendista pero, ciertamente, ya nada se puede hacer. A ese animal se le aplicará la ley a posteriori y ella será una más en cualquier estadística. ¿Cómo hacer para eliminar esta lacra de nuestro acervo? ¿Cómo hacer para evitar que algunos hombres se legitimen como tales maltratando o asesinando mujeres? 

Ninguna medida ha alcanzado resultados mínimamente prometedores. Las órdenes de alejamiento no son efectivas. Endurecer las penas, publicar las listas de los maltratadores antes de convertirse en asesinos o aprovechar las nuevas tecnologías como medidas coercitivas, tampoco se han probado positivas. Promulgar una Ley de Educación en condiciones y eliminar los prejuicios de género en la escuela robusteciendo la igualdad entre chicos y chicas quizá paliasen resultados a posteriori. 

He recordado un libro escrito por Philip K. Dick en 1956 ‘El informe de la minoría’ llevado al cine como Minority Report. Allí la policía pre-crimen podía ir hacia atrás un escaso plazo de tiempo para poder pillar a algún delincuente que fuese a cometer un delito antes de perpetrarlo. En pocas palabras, poder cambiar el futuro por medio de un cambio en el pasado. Si se pudiese hacer, cogeríamos a los criminales en el momento anterior a cometer el crimen. 

Imposible, desde luego. Aun así, la contradicción sería que, el futuro asesino detenido antes de cometer el crimen, sería en realidad, inocente.