Tiempo de Ocio Ceuta

Cuando en verano de 2014 la Sra. Colau era una disidente social que apoyaba a los anti-desahucios por medio del montaje de pollos del siete, que luego se dedicó a escrachar a aquellos contrarios a lo que ella y su movimiento entendían encontrados con su, supuesta razón y que luego cambió a una propuesta para tirar ropa interior a los políticos, nadie podía presagiar que menos de dos años después sería la alcaldesa de Barcelona. 

Ahora, desde ese podio y evocando sus sinrazones y su faceta anterior, no se ha podido resistir y le ha hecho un escrache con ínfulas a la administración militar. 

Efectivamente, la misma que no hace mucho ya intentó expulsar a la Hermandad de Legionarios de Barcelona, se presentó en el Salón de la Enseñanza de la feria de oferta formativa para jóvenes de Barcelona y aprovechando que, casualmente, una nube de periodistas y reporteros gráficos la acompañaban, se arrimó al stand del Ejército, donde dos miembros de las FAS intentaron exponerle su oferta educativa. No pudo ser. 

Con una cara que presagiaba a la dragona de Shrek, que come, pero, con amabilidad, les dijo que no eran bienvenidos. Sus palabras no pudieron estar más medidas: "Ya sabes que nosotros preferimos como ayuntamiento que no haya presencia militar en el salón". Aparentemente se refería a una declaración institucional impulsada por la CUP y aprobada por el Consejo Municipal de Barcelona que patrocina un Salón de la Enseñanza sin la presencia de las FAS. Bien. 

No quiero entrar en si el Ayuntamiento es competente para hacer tal declaración, o cual podrá ser su próxima ocurrencia, pero sí quiero recordar a esta prepotente alcaldesa que se atreve a decir quién es bienvenido, que la presencia del Ejército en este espacio educativo ha sido algo habitual en los últimos 16 años y que un aserto como ése, pone en tela de juicio la necesidad de la defensa nacional. 

Su sectarismo se encuentra entre la más profunda desinformación y algún tipo de pelusa por la institución que le provoca una envidieja colosal. Sólo la actitud intolerante de esta alcaldesa le impide ver la labor de unos profesionales que se juegan la vida por nuestra seguridad, contribuyendo al mantenimiento de la paz y la justicia por lo que, a estas alturas, recordarle la labor que efectúan las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y concretamente las Fuerzas Armadas, sería de Perogrullo.

Lamentablemente, el Ejército es una institución que no dispone de medios suficientes para hacer frente a manifestaciones de este pelo, por lo que debe limitarse a cumplir una labor callada y las más de las veces poco gratificante sin atender a cualquier tipo de maquinación que pueda salir de la cabeza de una iluminada que, no teniendo otros valores en que destacar, hace gala de una presunta denuncia social para que, por fin, su nombre salga a la luz o a la opinión pública.