Tiempo de Ocio Ceuta

  • Diario Digital | jueves, 25 de abril de 2024
  • Actualizado 04:07

Circos y mociones de censura

Circos y mociones de censura

Nuestra musculosa Constitución recoge en sus artículos 113 y 114 la posibilidad de exigir responsabilidad política al gobierno mediante la interposición de una moción de censura. Los padres constituyentes, plantearon un procedimiento de garantías que, viniéndola a llamar constructiva, exigía además de una buena exposición de los argumentos, la propuesta de un candidato alternativo y un programa de gobierno. Para progresar exige el voto favorable de la mayoría absoluta de los miembros del Congreso de los Diputados, esto es 176 votos. Votada y prosperada, el Gobierno presentará su dimisión y el candidato propuesto se entenderá investido de la confianza de la Cámara siendo nombrado presidente del Gobierno por el Rey. 

Toda esta larga introducción para analizar las circunstancias y motivos por los que Podemos se ha planteado presentar una moción de censura contra Rajoy, habida cuenta que, en las dos ocasiones utilizadas, una y otra con la aritmética parlamentaria en contra, tuvieron el mismo resultado. Negativo en ambos casos. 

Si resulta que Podemos no cumple ese requisito fundamental para que prospere, ni que se sepa ha planteado esta posibilidad antes de buscar los apoyos necesarios ¿cómo es que se ha planteado la necesidad de semejante movimiento parlamentario? La respuesta es simple: demasiado tiempo sin tener algo importante que llevarse a la boca y por supuesto, la exigencia de mantener la política espectáculo que a diario plantea esta formación política. Además, en lo sustancial, darle una patada en sus partes al PSOE ahora que se encuentra con el pie cambiado gimoteando por unas primarias que no acaban de unir, demostrando así que ellos son la auténtica izquierda parlamentaria, la auténtica oposición para plantear una moción de censura al Gobierno. 

El resultado no importa. Sabe que lo perderá con seguridad. Pero, aun así, ha sido el responsable de intentar sacar al gobierno de derechas para poner un gobierno de izquierdas, es decir todo bien, aunque el resultado real sea más parecido a una cuestión de confianza en la que el único beneficiado habrá sido el propio Mariano. 

Más le valía a Podemos y a su infraestructura dedicarse a quehaceres más válidos para mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos y dejarse de distracciones y pasatiempos, valorando que la única manera de convertirse en oposición de verdad es ganando en las urnas. 

Lo malo son los rebufos y en la línea de su jefe de filas, ha comenzado el diputado regional  de Castilla y León, Pablo Fernández, a plantearse igualmente una moción de censura contra Herrera, con las mismas posibilidades aritméticas de ganar que el propio Pablo Iglesias. ¿Quien será el siguiente? Política circo.