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  • Diario Digital | sábado, 04 de mayo de 2024
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CABALLAS: ““NO QUEREMOS SER CÓMPLICES DE ESTE CRIMEN DE MUCHOS GOBIERNOS QUE SE DICEN DEMOCRÁTICOS”.

Caballas va a exigir al Pleno que apoye a la población de Gaza, especialmente a los niños y mujeres.

Caballas va a proponer en el Pleno que la Ciudad exprese públicamente la solidaridad con la población de Gaza y la iniciativa “Mujeres Rumbo a Gaza”.

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Caballas va a exigir al Pleno que apoye a la población de Gaza, especialmente a los niños y mujeres.

El Grupo Político Caballas va a proponer en el Pleno de Septiembre que la Ciudad exprese públicamente la solidaridad con la población de Gaza. Quieren también que Ceuta apoye también la iniciativa “Mujeres Rumbo a Gaza” y dar homenaje al valor de las mujeres de Gaza.

Caballas explica que en esta pequeña franja de tierra palestina, “más de un millón ochocientas mil personas continúan sometidas al cruel e inhumano asedio del ejército israelí, que dispara contra los campesinos y pescadores, envía aviones bombarderos y lanza “devastadoras ofensivas que siembran de muerte y destrucción la martirizada franja de Gaza. La última, en el verano de 2014, dejó más de 2000 muertos y más de 500 eran menores”.

El grupo Caballas echa un enfoque especial a la población de Gaza aún más vulnerable: los niños y las mujeres. Dicen que todos los menores que han cumplido los siete años ya han vivido tres ofensivas. Muchos han visto morir sus padres, familiares y amigos y necesitan asistencia psicológica.

Describen también como Gaza solo es habitable porque sus gentes se empeñan en hacerla habitable. Sus gentes y sobre todo sus mujeres, que a pesar del riesgo y peligro diario que corren, “las mujeres de Gaza recogen los restos de enseres domésticos, un taburete cojo, una sartén abollada, a veces un biberón o un cuaderno escolar… Y reconstruyen el escenario de la vida. Hacen el pan y cuecen el arroz de cada día, consuelan al hijo que cada noche llora porque teme que los aviones vuelvan, mandan a sus niñas repeinadas y milagrosamente limpias a las escuelas de la UNRWA”.

“No queremos ser cómplices de este crimen, que no sería posible sin el silencio, la pasividad y la complicidad de muchos gobiernos que se dicen democráticos” concluye Caballas.