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El MDyC recela de la deuda que el ICD dice mantener por las piscinas

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El MDyC recela de la deuda que el ICD dice mantener por las piscinas

El MD yD nos refiere que, “este lunes, con los errores habituales que conllevan las prisas mal entendidas de este Desgobierno, y antes de la comparecencia del Concejal de Deportes, Juventud, Turismo y Fiestas comparezca ante el pleno del Ayuntamiento para responder por la nefasta gestión deportiva de los quince años que llevamos padeciendo la inacción del ínclito Sr. Vivas, el Sr. Ramos presidirá una Junta Rectora del Instituto Ceutí de Deportes (ICD) en la que aprobará, gracias a su mayoría absoluta, el reconocimiento extrajudicial de deuda que el ICD tiene con la empresa Arasti Barca”.

El Movimiento por la Dignidad y la Ciudadanía (MDyC) quiere expresar su preocupación por el apremio con que “el Desgobierno del Sr. Vivas quiere quitarse ahora este problema que la inacción, la incapacidad y la dejadez de todos los que han pasado por el ICD crearon hace ya más de cinco años: la explotación por parte de la empresa Arasti Barca de los monitores y socorristas de las piscinas municipales una vez acabado el plazo de vigencia del contrato”.

Según el Movimiento, “esta incuria del Desgobierno del Sr. Vivas ha provocado una deuda con la empresa que según el ICD asciende 1.533.186,38€ y la posibilidad de que los trabajadores de la empresa pasen a la plantilla del ICD (tal como hemos visto en numerosas ocasiones) al haber demandado a la Ciudad por su situación laboral”.

El MDyC solicitará “la retirada del expediente del orden del día al entender que no cumple con los mínimos requisitos legales de un procedimiento de reconocimiento extrajudicial de deudas (y eso que llevan ya una infinidad realizados, parece que lo de aprender no va con este Desgobierno). En el expediente que nos han facilitado no existe ni un solo documento de la Intervención del Ayuntamiento en el que se valide la supuesta deuda del ICD con la empresa, lo que unido a la falta de explicación de las facturas pone en duda la realidad de la misma”.

“La deuda que dice el ICD tiene con la sociedad mercantil se divide en 1.404.056,39€, en facturas que van desde el año 2011 al 2015, el resto (129.130,10€) se corresponden con los intereses de demora que la legislación obliga y el acreedor ha exigido; lo que supone el 9,2% del montante de la supuesta deuda y que como tales intereses deberían contabilizarse en su oportuna cuenta y ser aprobados por la Intervención del Ayuntamiento. Y por supuesto este más de millón y medio no figura en esos 203 millones que el “austero” Sr. Vivas nos decía que tenía el Ayuntamiento como deuda, de deuda bancaria, se le olvidó añadir, porque comercial y oculta por los cajones deben existir otros 15 millones de euros”, argumenta el MDyC.

Y en el MDyC dicen “supuesta deuda” porque no están conformes con la liquidación que presenta el ICD.

El MDyC puntualiza los cuatro puntos porque no están conformes con la liquidación.

“1º) Porque comprende deudas desde el año 2011 al 2015 y la Junta Rectora de este organismo, el 20 de enero de 2015 regularizó las deudas entre agosto de 2012 y octubre de 2013, por lo que dudamos que existan facturas de ese periodo;

2º) Porque las facturaciones de 2011 sus importes no coinciden con las mensualidades que deberían facturarse;

3º) Porque entre los años 2014 y 2015 existen diferencias cuando realizándose, según el informe técnico, las mismas actuaciones, no pueden variar las cantidades;

4º) Porque, si en el 2015 la piscina Lorena Miranda del Díaz Flor ha permanecido cerrada durante casi siete meses, no entendemos qué servicios se han facturado durante ese periodo”.

“Si a ello añadimos la incongruencia de las fechas de la propuesta que realiza el Concejal, la inexactitud de los datos del informe de la Gerente, la incoherencia del informe técnico y la referencia a unos informes que no están incluidos”, añade el MDyC y concluye que, “las prisas no son buenas consejeras, si el Sr. Ramos desea aparecer en la comparecencia ante el Pleno el Ayuntamiento aparentando una cierta eficacia en su trabajo, debemos indicarle, con el debido respeto, que en la Administración no es factible saltarse la ley, aunque a su jefe y a él les parezca una cuestión habitual”.