LA VICTIMA DE CASTILLEJOS TENÍA 54 AÑOS DE EDAD Y SEIS HIJOS
Un tropel de gente acaba con la vida de otra porteadora en la frontera marroquí del Tarajal II
La frontera se cobra otra víctima más y numerosas personas heridas, de las cuales sobre una decena han requerido atención sanitaria en centros de los dos países.
En la mañana del lunes 24 día que comenzaban los controles sobre los vehículos marroquíes y todavía no ha pasado ni un mes, en el acceso marroquí de entrada del paso del Tarajal II, la frontera se cobra otra víctima más y numerosas personas heridas, de las cuales sobre una decena han requerido atención sanitaria por policontusiones en centros de Marruecos, las cuales no corren peligro, al igual que las que fueron atendidas en el Hospital Universitario de Ceuta. La victima de Castillejos tenía 54 años de edad y seis hijos, esta fue evacuada a un centro médico de Marruecos donde falleció.
Esta muerte se produjo por avalancha, la de hoy en lado marroquí, es más, en unas de declaraciones comenta una mujer marroquí enfadada –porteadora- que dio aviso a un Mehani y este la aparto hacia atrás, de que contuviese la avalancha porque estaban pisando a una mujer que estaba en el caída en suelo, pasándole por encima un tropel de gente.
La otra muerte, -como ya ocurriera en los años 2008 y 2009- la de Soad El Khatabi, una tetuaní porteadora de 22 años y madre de un niño de cuatro años, fue en circunstancias 
parecidas pero se envuelve que fue debido a que padecía del corazón.
Otra muerte mas se produjo la semana pasada en la rotonda de la frontera pero esta fue debida a un desgraciado accidente de tráfico, aunque se ha hecho eco por ser en la zona de entrada española que suele estar muy concurrida de gente invadiendo la calzada.
La asociación Búscome se solidariza con la familia de la mujer fallecida y condena la situación
La asociación insiste " en el trato denigrante e inhumano al que están sometidas las personas, mayoría mujeres, que hacen de porteadoras a costa del beneficio económico de ambos países sin que las autoridades se tomen en serio este asunto, más allá de legislar con pequeñas medidas que lo único que consiguen es considerar esta esclavitud como un trabajo".
Búscome condena lo sucedido y no entiende cuántas vidas tienen que llevarse más para desligar el interés comercial de lo humano y lo decente, esperando que exista unidad en este asunto y no se mire para otro lado.
La asociación siente la impotencia de saber que “la miseria y la pobreza hacen que estas personas se jueguen la vida y que se conviertan en burras de carga”
