Tiempo de Ocio Ceuta

  • Diario Digital | domingo, 28 de abril de 2024
  • Actualizado 00:01

CUCURULL: ESTA LEGISLATURA QUE ACABAMOS DE COMENZAR DEBE SER LA DEL DIÁLOGO, DEL ENTENDIMIENTO Y DEL ACUERDO.

Cucurull en su discurso aboga por un no a la reforma y aconseja al legado generacional

Cucurull: si las reglas constitucionales pudiesen ser modificadas por una mayoría simple, no podrían tener estabilidad, y permanencia en el tiempo.

IMG-20160208-WA0022
El delegado del Gobierno Nicolás Fernández Cucurull | Luis Alvariñas
Cucurull en su discurso aboga por un no a la reforma y aconseja al legado generacional

Nicolás Fernández Cucurull ha hecho un prologo de La Constitución Española de 1978, diciendo que “trajo a nuestra nación el periodo más largo y fructífero de convivencia, democracia y bienestar de toda nuestra historia”.

El Delegado dijo que después de dos siglos de errores, de constituciones pensadas por los unos contra los otros, que condujeron al enfrentamiento civil, los españoles afrontaron fijar un marco de estabilidad, unas reglas de convivencia, en la que todos pudiesen sentirse cómodos y parte de un proyecto común.

Concordia, es la clave y referente esa idea, recogida  en la Constitución, aún hoy con plena validez: unidad, pluralidad, consenso, libertad, igualdad, solidaridad, pluralismo político, para que no se rompan nunca los puentes del entendimiento.

Ha resaltado que es una obligación moral de todos conocer la Constitución, honrarla y respetarla, fuente de nuestros derechos y libertades, y ha explicado el gran abanico de posibilidades que ofrece.

La reforma

Con respecto a la reforma ha dejado claro entrever un no argumentado, diciendo que el texto de la 'Carta Magna' ha propiciado a España un proceso de “modernización social, económica e institucional” y que si las reglas constitucionales pudiesen ser modificadas por una mayoría simple, no podrían tener estabilidad, y permanencia en el tiempo, que necesitan para cumplir su primordial finalidad de garantizar la libertad y la seguridad de los españoles. Y su procedimiento de reforma se encuentra regulado en su Título X, llamado "De la reforma constitucional":

  1. Cuando se propusiere la revisión total de la Constitución o una parcial que afecte al Título preliminar, al Capítulo segundo, Sección primera del Título I, o al Título II, se procederá a la aprobación del principio por mayoría de dos tercios de cada Cámara, y a la disolución inmediata de las Cortes.
  2. Las Cámaras elegidas deberán ratificar la decisión y proceder al estudio del nuevo texto constitucional, que deberá ser aprobado por mayoría de dos tercios de ambas Cámaras.
  3. Aprobada la reforma por las Cortes Generales, será sometida a referéndum para su ratificación.

Cucurul dijo que las Constituciones no sólo se caracterizan por sus contenidos materiales, sino también por sus reglas de elaboración y de reforma, que impiden su modificación por procedimientos ordinarios, asegurando así su estabilidad y, con ella, la propia estabilidad y permanencia de los principios y valores constitucionalmente proclamados.

El legado constitucional

Debe, por tanto, -añade el Delegado refiriéndose a la Carta Magna- ser un instrumento que sirva no sólo para una generación, sino para asentar las bases del futuro del país y por tanto de sus ciudadanos. Que nuestras decisiones de manera consciente o no puedan afectar a las siguientes generaciones. El constitucionalismo se presenta como un legado que, si bien compromete a la generación que lo recibe, pero no lo elaboró, también le aporta derechos y oportunidades. El marco constitucional sería una herencia, con sus bienes y deudas.

De este modo, -continua Cucurull- la generación futura no sólo recibe el compromiso, sino también un marco estable y pacífico de convivencia, junto a la posibilidad de su modificación en base a las reglas contenidas en el mismo. Si todo contrato social requiriese el consentimiento de las generaciones futuras, cada generación se vería reducida a una nación separada; es decir, se vería calamitosamente privada de las ventajas resultantes de la cooperación a través del tiempo, en la que los asociados no pueden enfrentarse unos a otros.

Si cada generación ha de actuar de manera independiente, la  generación actual no decidiría más allá de su mera extinción. No parece que sea coherente dicho pensamiento con la tendencia natural del ser humano a buscar un mejor futuro para nuestros descendientes.

Todas las grandes naciones del mundo se han construido sobre la base de conservar lo bueno recibido, y mejorar lo perfectible. Una Constitución heredada posibilita y estabiliza la democracia. El compromiso no esclaviza, sino que libera a las generaciones futuras.

Nuestra  Constitución, en  definitiva, sigue hoy en día plenamente  vigente. Sin perjuicio de que se pueda avanzar en el estudio pausado de una posible reforma, desde la lealtad institucional y sin necesidad de modificar el núcleo de las decisiones fundamentales, para que se adapte mejor a  este  espíritu de convivencia, para incorporar nuevas sensibilidades y siempre sobre la base del respeto al Estado de Derecho, a la necesidad de sumar voluntades en torno a los grandes temas de Estado y a la prudencia.

Cucurull concluye, esta legislatura que acabamos de comenzar debe ser la del diálogo, del entendimiento y del acuerdo.


Condecoraciones


La Delegación del Gobierno han querido reconocer en este acto a servidores públicos que hacen del cumplimiento de su deber, y de la entrega a los ciudadanos a los que juraron servir, un modo de vida, con:

  • La Real Orden de Isabel la Católica

Es una distinción instituida por el rey Fernando VII el 14  de marzo de 1815. Su función actual es "premiar aquellos comportamientos extraordinarios de carácter civil, realizados por personas españolas y extranjeras, que redunden en beneficio de la Nación o que contribuyan, de modo relevante, a favorecer las relaciones de amistad y cooperación de la Nación Española con el resto eje la Comunidad Internacional.

  • La Orden del Mérito Civil

Fue instituida por el rey Alfonso XIII por Real Decreto de 25 de junio de 1926. Actualmente tiene por objeto "premiar los méritos de carácter civil adquiridos por el personal dependiente de alguna de las Administraciones Públicas incluidas en  el ámbito de la Ley 39/2015, o por personas ajenas a la Administración que presten o hayan prestado relevantes servicios al Estado, con trabajos extraordinarios, provechosas iniciativas o con constancia ejemplar en el cumplimiento de sus deberes".

Cucurull quiso felicitar a todos los condecorados José María, Raúl, Pedro, Jorge, Juan, Francisco, Pedro y Zorayda, en este día tan señalado, y hacer extensiva dicha felicitación a sus familias.