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  • Diario Digital | viernes, 29 de marzo de 2024
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¿Qué hay detrás de las bajas temerarias?

¿Qué hay detrás de las bajas temerarias?

Este asunto debe ser tenido muy en cuenta, pues por su envergadura tiene que ser analizado con detenimiento y sobre todo puesto en conocimiento de toda la opinión pública.

Y es que hay que tener muy presente que en todo esto de las bajas temerarias, se juega mucho del dinero del contribuyente. Para entendernos, cuando se tiene que poner en marcha cualquier proyecto a realizar por parte de la administración pública, en caso de tener que mediar para su desarrollo empresas o grupos de trabajo externos a la entidad, está participación debe ser licitada públicamente y a ella tienen el derecho de concurrir todas aquellas empresas que deseen prestar el servicio y además posean los recursos y medios adecuados para desarrollarlo de manera adecuada y solvente.

Para esta participación la administración solicitante del servicio suele exigir una serie de requisitos a los participantes, estableciendo de igual modo un valor económico mínimo considerado necesario para una ejecución eficiente del proyecto a realizar.

Pues bien, a priori todo este proceso viene perfectamente regulado por la normativa vigente establecida para los procesos de contratación pública, el problema es cuando por intereses varios, se empiezan a buscar los tres pies al gato a esa normativa y aparecen lo que se conoce como "bajas temerarias", situación que se produce cuando algunas de las empresas concurrentes, ofrecen propuestas de realización del trabajo ofertado, por un importe excesivamente bajo, algunas veces incluso con una reducción del cincuenta por ciento, en relación al valor establecido por los técnicos encargados de diseñar el proyecto a realizar. En este último punto puede surgirnos la duda de si bien algún que otro técnico encargado de la elaboración de este tipo de licitaciones tiene o no pajolera idea del trabajo que están realizando, pero eso ya es otra cuestión que quizás de hasta para otro artículo.

No hace falta ser un lince, para ver cómo a nivel local, la mayoría de estas licitaciones y muy especialmente las que tienen un montante de cierta envergadura, van a parar por lo general a los mismos, quienes al parecer se encuentran abonados al sistema de la baja temeraria, presentándose a todo lo ofertado, con proyectos de realización muy por debajo del precio estipulado, cuestión que como mínimo bordea lo legal, dando la sensación de que tal consentimiento administrativo en estas adjudicaciones, no tiene mucho de imparcial volviéndome a surgir la duda de si no está ya todo cocinado de antemano.

Por lo que se ve ante tales prácticas, los grupos políticos de oposición en la Asamblea poco o nada tienen que decir, a pesar de formar parte en multitud de ocasiones de todo estos procesos licitadores, según parece debe quedarles todo el proceso bastante clarito, pues de este asunto nada se oye ni se plantea durante el desarrollo de las sesiones plenarias.

Aunque posiblemente esto último tenga más fácil explicación, sobre todo cuando hay grupos políticos representados más interesados en resolver problemas de más allá de nuestras fronteras que en velar por los intereses de sus propios conciudadanos.