El rey del balompié
El pasado sábado el Real Madrid demostró una vez más que la copa de Europa es su competición favorita. Aquella que fundaron y en la que fueron campeones en sus inicios cinco veces consecutivas de manos de Don Alfredo Di Stefano, Gento y Puskas entre otros grandes jugadores, aquel equipo de leyenda fue venciendo rivales de la talla del Stade Reins, Fiorentina, Milan o el Eintrach de Frankfurt.
Este equipo de leyenda que como suscribió el periódico ingles The Times, se paseaba por Europa como los vikingos arrasando todo a su paso, encontró el relevo en un Benfica maldito desde entonces con el gran Eusebio en sus filas.
Luego vendría la sexta, siendo todos sus jugadores españoles, etapa conocida como el Madrid de los yeyés, y tuvieron que pasar treinta y cinco años hasta que el gol de Pedja nos trajera la séptima.
El sábado el Real Madrid gano su undécima copa de Europa, la primera que levanto Ramos y la primera de Zidane ocupando el banquillo del club más laureado del mundo.
Desde aquí mi enhorabuena a todos los seguidores madridistas, yo me centro en la temporada que viene en donde si la directiva nueva funciona, mi querida Asociación Deportiva Ceuta intentara dar el salto a la división de bronce del futbol español, un sueño modesto alejado de todas pretensiones de grandes equipos, mi equipo es el Ceuta.
El equipo de la tierra donde nací y donde cada domingo subo al Murube para intentar alentar a los jugadores que visten la tan preciada elástica blanca, por las bandas del Murube no corren los Cristianos Ronaldo, los Isco o los Modric, pero que mas da por sus bandas no correrán sueldos millonarios, ni jugadores de prestigio internacional, pero es mi club , el club que desde pequeño mi padre me llevara a sus gradas de gol y donde chille los goles de los Navarro, Amado, Berruezo y más jugadores que pasaron por la entidad.
Solo le pido a la nueva directiva seriedad y orgullo, para que sepan que esto no es un juguete ni un mero pasatiempo, esto es el Ceuta señores, y a este club la Tercera División se le queda chica.