Banderas y sentimientos
Tras la polémica suscitada por la utilización de banderas esteladas en la final de la competición futbolística de la Copa de SS.MM el Rey, solo queda decir que la libertad de expresión existe, pero no se puede escudar uno siempre en la misma, más aun cuando con esa supuesta libertad se hiere los sentimientos nacionalistas de millones de españoles.
La libertad de expresión no se utiliza como la popular ley del embudo “lo ancho para mí y lo estrecho para ti”.
España es mi patria y como tal la quiero, la defiendo y la defenderé siempre ante todo aquel que quiera atacarla, pero por supuesto antes que la patria están los ciudadanos de mi patria, aquellos a los que continuamente desde las altas esferas del gobierno catalán se les insulta y menosprecia.
Cataluña y Euskadi son autonomías españolas y así seguirá siendo hasta que por sistemas judiciales y democráticos se les conceda la independencia.
El futbol como todo en la vida vuelve a llenarse de carga política cuando más le conviene a unos cuantos, en este caso al gobierno del Partido Popular en la Comunidad de Madrid , la mayor fábrica de independentistas de toda España; El Partido Popular vuelve a aprovechar el momento para generar odio contra los catalanes.
Porque la unidad de la nación que se hizo en la época de Recaredo cuando la península Ibérica y sus reinos se convirtieron al Catolicismo abandonando el arrianismo, fue rehecha después de la invasión musulmana desde Covadonga, el Valle de Liébana y la Marca Hispánica no pretendieron otra cosa que reconstituir la unidad política y geográfica que coronaron los reyes de Aragón y Castilla, Fernando e Isabel.
Porque España no es una yuxtaposición de regiones y de supuestas nacionalidades, sino que estas son la expresión y la configuración del alma rica de la nación española, porque con nacionalidades no pueden aplicarse el principio de solidaridad.
Porque amo a mi patria y amo a Cataluña y a Euskadi por España, desde España y para España, porque quiero que dentro de varias generaciones se pueda ser español y catalán, además de vasco y español.
Hoy me duele especialmente España.