Tiempo de Ocio Ceuta

  • Diario Digital | miércoles, 24 de abril de 2024
  • Actualizado 03:41

Tercer año consecutivo en el Auditorio del Revellín de la IX gala de cortometrajes presentada por la Asociación Cinematográfica de Ceuta .

El publico arropo la Gala, con un aforo de 621 persona se expendieron 400 entradas.

DSC_4758
Foto Juan Carlos Pérez
Tercer año consecutivo en el Auditorio del Revellín de la IX gala de cortometrajes presentada por la Asociación Cinematográfica de Ceuta .

Un año mas, y ya son nueve, hemos tenido el placer de celebrar en el Auditorio del Revellín la Gala cortometrajes de la Asociación Cinematográfica de Ceuta (ACICE). Gala que ha presentado diez obras inéditas enmarcadas dentro del hilo conductor de la obra “El Señor de los Cortillos” que ha servido para presentar las diferentes obras, en las que se han tratado temas que abarcan tanto la política (“politicosis”), el funcionariado (“Ya son las 3”), problemas sociales (“el banco”, ”el ruido del silencio”), documentales (“Un pasado desconocido”) o anecdóticos (“La visa de Luisa”, “Me meo toa!” y “Control”). En algunos casos la trama argumental y su desarrollo han caído en los típicos tópicos y en la risa fácil y escatológica, pero todo ello es disculpable debido, en general, a la falta de profesionalidad de algunos de sus componentes a los que únicamente hay que agradecer el esfuerzo y tiempo dedicado. En el caso de ACICE, las subvenciones están plenamente justificadas por los resultados obtenidos, cosa que difícilmente se podría decir en otro tipo de subvenciones.

Las intervenciones teatrales entre bloques de cortometrajes por parte de los personajes de la Compañía del Disquillo hicieron la gala más amena y divertida, destacando la interpretación del actor novel Raúl Gómez en el papel del hobbit Gofre y el actor Manu Román en el papel del elfo Párguelas, siendo estos los que más hicieron estallar al público en carcajadas con sus sketches.

A nivel sonoro, la primera mitad de la gala se caracterizó por un sonido sobrecomprimido y en ciertos momentos chirriante, situación que se subsanó en la segunda mitad de dicha gala con un sonido menos aplastado y con un volumen más agradable al oído.

Como conclusión, sin pararnos es especifidades, la novena Gala de cortometrajes ha cumplido plenamente con sus objetivos. Y ahora. ¡A por la décima!