RONTOMÉ: “HAY DOS CEUTAS, Y DOS REALIDADES: LA DE LOS CRISTIANOS Y LA DE LOS MUSULMANES”
Rontomé da una charla sobre Ceuta para estudiantes Austriacos
El sociólogo Carlos Rontomé da una charla sobre las realidades sociales, culturales y económicas de Ceuta a estudiantes de filología española de la Universidad de Viena.
A las 11.00 de la mañana, el sociólogo y profesor tutor del Centro Universitario UNED Ceuta, Carlos Rontomé, ha dado una charla sobre la realidad sociológica, demográfica, económica y política de Ceuta.
La conferencia, aunque de carácter general y abierto gratuitamente al público fue dirigida particularmente a unos profesores y estudiantes de filología española de la Universidad de Viena (Austria). Estos filólogos han visitado la ciudad durante unos días para observar de primera mano cómo los ceutíes usan el castellano. También están interesado en como algunas comunidades de la ciudad suelen complementar o mezclar el español con otros idiomas y dialectos, como el inglés, el sindhi y, por supuesto, el dariya.
En su charla, Rontomé, presentó datos y conclusiones sacados de los proyectos investigativos que a lo largo de su carrera académica ha desarrollado junto a estudiantes y colegas de la UNED y de la Universidad de Granada. El sociólogo matizó que para entender a Ceuta hay que siempre tener en cuenta dos cosas.
- Primero: la situación geoestratégica de la ciudad.
- Segundo: que es muy difícil de hablar de la “realidad de Ceuta, porque la verdad es que hay dos Ceutas”.
La primera es la Ceuta de los funcionarios que forman “uno de cada dos trabajadores de la ciudad”, que tienen trabajo fijo, cobran buenos sueldos y suelen ser cristianos “o sea, de origen peninsular”.
Por el otro lado, hay la realidad de los “36% parados” y “los 44% que están al margen de la pobreza”, que suelen ser musulmanes vivir en un “círculo vicioso: existen gracias a subvenciones, ayudas, trabajo precario o participación en la economía sumergida. En todo caso, les resulta muy difícil competir con los 20.000 marroquíes que cada día entran en Ceuta para currar en la construcción, en los hogares o en los negocios de la frontera. Esto crea condiciones no muy favorables para que un alumno complete su educación obligatoria o seguir estudiando a nivel universitario. La falta de educación les impide competir en el mercado laboral local, peninsular o extranjero”.
