EL AGRESOR ‘EJERCE DE TRAPERO’ EN OTERO
Doble apuñalamiento en Otero por un súbdito marroquí
El primer apuñalamiento se origino en los pabellones militares de Otero y el otro en la confluencia de Otero con Avenida de España.
Según fuentes off the record muy fidedignas a este medio, la historia empezó con anterioridad con una fuerte discusión entre los dos extranjeros por un tema de hacerse con la “propiedad de los contenedores” entre el apuñalado y el agresor súbdito marroquí, que está siempre posicionado en la entrada de la barriada controlando lo que se deposita en la basura y a la vez ejerciendo de trapero con lo que le dan los vecinos.
Por la noche el apuñalado que tuvo con anterioridad la discusión con el trapero agresor volvió, momento en que bajaba la segunda apuñalada a tirar la basura, nuevamente volvieron a enzarzarse, y esta al verlos le dijo que no discutiesen.
Aproximadamente sobre las 10:15 horas, en plena discusión el trapero (que dicen que se encontraba en estado de embriaguez) le asistió una puñalada con el que había mantenido la discusión, justo en los bancos que hay en el edificio 11 del número 2 de Otero; al lugar llego la Policía Local y una ambulancia que traslado al herido al Hospital Universitario (HUCE).
La apuñalada llamémosle G, acompañada de dos vecinas amigas, y otra gente que estaba cuando fue el primer herido, –según fuentes- salieron ver si localizaban al agresor que se había dado a la fuga hacia un carrillo que hay enfrente de la Glorieta del Medinaceli, y justo unos metros más abajo, la señora G lo localizo y grito para que le ayudaran a retenerlo, a lo que el agresor le asesto una puñalada en el cuello.
En el momento los vecinos redujeron al agresor hasta la llegada de la Policía Local que llegaron corriendo desde la Central. Al lugar de los hechos se incorporaron efectivos de la Policía Local y dotaciones Sanitarias. La señora G, fue trasladada el HUCE, y -según fuentes- por el momento dentro de la gravedad en la zona que fue la herida no reviste consideración.
Al Hospital también llevó la Policía al doble agresor que en el momento de su detención en se cayó y se golpeo la cabeza.
Hoy la avenida Nª Sª Virgen de Otero quedo teñida de sangre, un reguero desde el portal nº 11 hasta el medio de la calzada donde se cayó el primer apuñalado y unos metros más abajo del carrillo hacia el paso de cebra donde cayó la señora G. Por suerte no hay que lamentar víctimas mortales.
